Sons of Behemat es una de las facciones más impactantes de Warhammer Age of Sigmar. Este ejército de gigantes Megagargants representa la fuerza bruta, el poder descomunal y una jugabilidad completamente distinta al resto del juego. Compuesto exclusivamente por Megagargants, los Hijos de Behemat pisotean ciudades, aplastan ejércitos enteros y dominan el campo de batalla por puro tamaño.
En términos de jugabilidad, los Sons of Behemat destacan por su eficiencia. Con tan solo 3 a 5 miniaturas puedes montar un ejército completo de 2000 puntos. Cada Megagargant cuenta como 20 o más miniaturas en los objetivos, lo que los hace ideales para partidas centradas en control. Esta mecánica no solo simplifica la logística, sino que también permite una experiencia de juego fluida, directa y brutalmente eficaz.
Las unidades disponibles incluyen al Kraken-eater, maestro del control de objetivos; el Gatebreaker, destructivo y demoledor de fortalezas; el Warstomper, eficaz contra hordas; y el legendario King Brodd, líder carismático del stomp. Cada modelo viene con múltiples opciones de personalización, lo que permite crear un gigante único por miniatura.
Desde el punto de vista del hobby, pintar un Megagargant es una experiencia apasionante. Sus grandes superficies permiten trabajar técnicas como aerografía, NMM, envejecido, efectos de sangre, tatuajes, pincel seco, bases escénicas y mucho más. Incluso sin experiencia avanzada, es fácil lograr resultados visuales espectaculares, y cada miniatura se convierte en una pieza de exhibición.
En narrativa, los Sons of Behemat ofrecen un trasfondo sencillo pero poderoso. Nacidos del titán Behemat, sus descendientes vagan por los Reinos Mortales arrasando todo a su paso. No responden a dioses ni alianzas. Solo aplastan. Esta filosofía directa los convierte en enemigos o protagonistas ideales en campañas de Path to Glory, donde un único Megagargant puede convertirse en el centro de una narrativa entera.
Competitivamente, son una facción fuerte y estable. Aunque carecen de magia y disparo, compensan con presencia en mesa, movilidad inesperada y una curva de daño imponente. Gracias a sus subfacciones —Taker Tribe, Smasher Tribe y Breaker Tribe— puedes orientar tu stomp al control, al daño puro o a la destrucción táctica.
En nuestra tienda puedes comprar Sons of Behemat con disponibilidad constante, productos oficiales de Games Workshop, envío rápido y asesoramiento experto. También encontrarás pinturas recomendadas, herramientas de montaje, accesorios escénicos y packs especiales diseñados para esta facción colosal.
En resumen, si buscas un ejército de gigantes Megagargants que imponga respeto desde el despliegue, que sea fácil de pintar y que ofrezca una jugabilidad única y directa, Sons of Behemat es tu elección ideal. Empieza tu stomp hoy mismo y pisa fuerte cada campo de batalla de Warhammer AoS.
El nacimiento de una fuerza primigenia: Behemat y su legado
En el vasto panteón de Warhammer Age of Sigmar, pocas entidades evocan la sensación de poder incontrolado como lo hace Behemat, el titán caído. No era un dios según los parámetros convencionales, pero su mera existencia era tan monumental que los reinos temblaban con cada uno de sus pasos. Behemat fue una fuerza de la naturaleza, un coloso sin igual cuya destrucción marcó un antes y un después en la historia de los Reinos Mortales. Su muerte, lejos de suponer el fin de su influencia, dio origen a un linaje que transformaría para siempre el equilibrio de poder en los campos de batalla: los Sons of Behemat.
¿Quién fue Behemat?
Behemat fue, según las leyendas, el hijo del dios Gorkamorka o, al menos, una manifestación de su voluntad destructiva. Gigante incluso entre gigantes, se dice que podía beber océanos y utilizar montañas como garrotes. Fue una criatura instintiva, sin lealtades ni moralidad, pero profundamente conectada con la tierra y el caos latente del universo. Los dioses intentaron aliarse con él, dominarlo o destruirlo, y fue durante estas luchas que Behemat encontró su final. Algunos textos narran que fue Sigmar quien lo abatió, otros que fue la consecuencia de un enfrentamiento con Kragnos. Sea como fuere, su caída fue tan devastadora que su cadáver se convirtió en un nuevo paisaje: el terreno conocido hoy como los Colmillos de Behemat.
El despertar de los Megagargants
Con la muerte de Behemat, sus descendientes comenzaron a congregarse. Algunos surgieron de la tierra, otros descendieron de tribus de gigantes que habían vivido ocultas o dispersas. Lo que los unía no era una nación, ni una bandera, sino un eco profundo en su sangre: el rugido final de su padre. Ese rugido les instaba a pisotear, a arrasar, a seguir caminando sin rumbo hasta que los reinos enteros quedaran bajo sus huellas. Así nacieron los Sons of Behemat, no como un ejército en el sentido tradicional, sino como una fuerza colectiva de devastación sin propósito fijo, pero con un legado imposible de ignorar.
La estructura tribal de los Sons of Behemat
Contrario a lo que pueda parecer, los Sons of Behemat no son simplemente una masa caótica de gigantes sin orden alguno. Existen estructuras tribales rudimentarias llamadas stomps, agrupaciones de Megagargants que responden instintivamente al liderazgo del más fuerte o del más carismático. Dentro de estas stomps, se han desarrollado subculturas, dialectos rudimentarios y hasta rituales que giran en torno a la destrucción.
King Brodd: el gigante con propósito
Entre todos los Megagargants, uno ha alcanzado una suerte de estatus legendario: King Brodd. Este gigante afirma haber sido engendrado directamente por la muerte de Behemat y cree firmemente que su propósito es completar el “Último Paso”, una caminata ritual que concluirá la obra inacabada de su padre. Brodd no solo lidera por fuerza, sino por visión. A su alrededor se han congregado cientos de Megagargants que ahora marchan con un propósito, arrasando fortalezas, templos y ciudades en su camino hacia un destino que solo él comprende.
¿Qué diferencia a un stomp de un ejército convencional?
La principal diferencia es la motivación. Mientras que los ejércitos de los Reinos Mortales luchan por dioses, reinos o recursos, un stomp de Sons of Behemat pisa simplemente porque puede. No buscan conquista, sino aplastamiento. No negocian. No razonan. Su lógica es aplastar primero, y nunca preguntar. Esta actitud los hace completamente impredecibles: pueden aparecer como aliados en una guerra, solo para destruir al bando que les pagó al día siguiente.
El papel de los Sons of Behemat en el universo narrativo de Age of Sigmar
Desde una perspectiva de construcción narrativa, los Sons of Behemat ofrecen posibilidades inagotables. Su presencia puede introducir el caos absoluto en cualquier campaña o escenario. Su mera aparición obliga a las demás facciones a replantearse estrategias. Son enemigos naturales de las civilizaciones organizadas, amenazas errantes que no responden a lógica alguna. En campañas narrativas, pueden ser usados como:
- Fuerza neutral catastrófica: una amenaza que interrumpe la guerra entre dos ejércitos rivales.
- Castigo divino: enviados como juicio por un dios ofendido o como respuesta a la ruptura de una antigua promesa.
- Agentes del equilibrio: usados por el propio Gorkamorka para mantener la destrucción activa en los Reinos Mortales.
- Villanos principales: en campañas temáticas donde un stomp amenaza con destruir un reino entero.
Influencia en los Reinos Mortales
Desde las arenas de Aqshy hasta los valles helados de Shyish, los pasos de los Sons of Behemat han dejado cicatrices. Han aplastado ciudades-fortaleza de los Stormcast, destruido necrópolis de Nagash, y arrojado estatuas élficas al mar solo por diversión. Incluso las poderosas caravanas comerciales de Hysh cambian sus rutas al menor rumor de un stomp cercano. Su influencia no está basada en diplomacia ni política, sino en el miedo crudo y absoluto.
¿Tienen religión los Sons of Behemat?
No en el sentido tradicional. Su culto gira en torno al recuerdo de Behemat. Algunos construyen tótems con huesos, otros narran historias a través de tatuajes o gritos rituales. King Brodd ha iniciado algo parecido a una doctrina basada en su interpretación del Último Paso. Pero incluso esto es primitivo, más cerca de la mitología oral y el ritual instintivo que de una religión estructurada.
Conclusión: la narrativa de la devastación
Los Sons of Behemat son más que una facción. Son una declaración dentro del universo de Age of Sigmar. Representan el caos sin alineación, la fuerza sin propósito, la destrucción por la destrucción misma. Para jugadores que desean un ejército visualmente dominante, narrativamente poderoso y mecánicamente distinto, son la elección ideal. Cada Megagargant es una historia viva, cada stomp un capítulo de devastación. Y cuando King Brodd marche por última vez, los Reinos temblarán como nunca antes.
Dominio sobre la mesa: Sons of Behemat en el juego competitivo
Si hay una facción en Warhammer Age of Sigmar que cambia por completo la dinámica de juego, esa es Sons of Behemat. Su propuesta es radical: pocos modelos, gran impacto, control absoluto de objetivos. Para jugadores que buscan un estilo de juego contundente, de bajo mantenimiento y altamente táctico, esta facción ofrece una experiencia irrepetible. Comprar Sons of Behemat es adquirir una estrategia de control y presión constante, desde el turno 1 hasta el final de la partida.
La mecánica clave: contar como muchos
La principal fortaleza táctica de los Sons of Behemat radica en su capacidad de contar como múltiples modelos cuando ocupan un objetivo. Un solo Megagargant puede contar como 20 modelos, y ciertas subfacciones incluso aumentan esa cifra. Esto significa que donde otras facciones necesitan diez, veinte o incluso treinta modelos para controlar un punto, un único gigante lo consigue solo con su presencia. Este tipo de control transforma completamente la toma de decisiones tanto propias como del oponente.
Diseñando una lista efectiva
Una lista competitiva de Sons of Behemat se compone de 3 a 5 modelos. La economía de puntos de cada Megagargant, que ronda entre 400 y 500 puntos, permite flexibilidad pero exige eficiencia. Un ejemplo de lista a 2000 puntos podría ser:
- King Brodd (500 pts): líder y unidad de apoyo brutal.
- Gatebreaker Megagargant (480 pts): especialista en daño y destrucción de estructuras.
- Kraken-eater Megagargant (470 pts): enfocado en control de objetivos y desplazamiento de enemigos.
- Warstomper Megagargant (440 pts): ideal contra hordas.
Con solo 4 modelos en mesa, esta lista es altamente móvil, fácil de gestionar y extremadamente eficaz para escenarios de misión múltiple o control de zonas.
Las subfacciones y su impacto
Cada subfacción (o tribu) de Sons of Behemat proporciona bonificaciones estratégicas que moldean la forma de jugar:
- Taker Tribe: la opción ideal para listas orientadas al control. Aumenta el número de modelos que cuenta cada Megagargant, mejora la puntuación en objetivos y permite añadir objetos mágicos específicos. Esta es la elección estándar en torneos por su eficacia sostenida.
- Smasher Tribe: pensada para jugadores ofensivos. Aumenta el daño y permite ignorar ciertas defensas enemigas. Perfecta si enfrentas a ejércitos con gran capacidad de defensa o que tienden a jugar de forma pasiva.
- Breaker Tribe: versátil y efectiva contra facciones con mucha escenografía o unidades atrincheradas. Permite que tus gigantes ignoren cobertura y obtengan ventajas al aplastar estructuras o defender zonas fortificadas.
Habilidades y sinergias internas
Los Megagargants no dependen de sinergias complejas. Sin embargo, algunas combinaciones clave marcan la diferencia:
- King Brodd + Gatebreaker: la combinación de liderazgo y daño masivo crea una presión insostenible para muchos oponentes.
- Kraken-eater + Taker Tribe: maximiza el control de mesa y permite descolocar unidades enemigas.
- Warstomper + objetos mágicos ofensivos: ideal para limpiar unidades numerosas o mantener flancos bajo presión.
Ventajas competitivas reales
- ?? Facilidad de despliegue: listas rápidas, tiempo de preparación mínimo.
- ?? Impacto psicológico: imponen respeto desde el primer turno.
- ?? Tiempo de turno optimizado: menos microgestión y más enfoque estratégico.
- ?? Resistencia por modelo: obligan al rival a gastar recursos excesivos para abatir a un solo objetivo.
Desventajas y cómo mitigarlas
- ? Ausencia total de magia: se compensa con colocación y uso inteligente del terreno.
- ? Sin disparo: requiere cerrar distancias rápidamente y aprovechar cargas.
- ? Pocas activaciones por turno: cada decisión es crucial, y los errores pesan más.
Aliados estratégicos
Aunque Sons of Behemat es una facción autosuficiente, en formatos narrativos o mixtos pueden incluirse como aliados en otras fuerzas del Pacto de Destrucción. Un solo Megagargant puede cambiar el curso de batalla en listas de Kruleboyz, Ogors o Gloomspite, aportando presencia y poder de choque. Sin embargo, al hacerlo se pierden las bonificaciones de subfacción, por lo que debe evaluarse según el tipo de escenario y estrategia.
Estadísticas y desempeño en torneos
Durante los últimos ciclos competitivos, Sons of Behemat ha mantenido una tasa de victoria constante del 52–56?% en torneos de nivel medio-alto. Su presencia en top-8 es menos frecuente, pero cuando lo logran, causan un impacto memorable. Son especialmente eficaces contra ejércitos de horda, castillos y listas de elite con activaciones limitadas.
¿Para quién es esta facción en competitivo?
- ? Jugadores que valoran la eficiencia táctica.
- ? Quienes prefieren listas rápidas y manejables.
- ? Amantes del control de objetivos sin sinergias complejas.
- ? No recomendada para quien busca magia, movilidad extrema o combos de sinergia múltiple.
Conclusión: simple, brutal, eficaz
En competitivo, comprar Sons of Behemat es una declaración de intenciones: menos es más. Fáciles de desplegar, complicados de eliminar, y capaces de controlar la mesa con pura masa. No necesitas 60 miniaturas para ganar. Solo necesitas tres pasos firmes y un garrote más grande que un tanque. Son la facción ideal para dominar sin palabras, sin hechizos, sin florituras. Solo pasos pesados, estructuras rotas y enemigos aplastados.
Gigantes del pincel: Sons of Behemat como experiencia de hobby total
Los Sons of Behemat no solo son una fuerza arrolladora en el campo de batalla: son una de las facciones más estimulantes y satisfactorias en términos de pintura, conversión y narrativa. Cada Megagargant es una miniatura de proporciones épicas que funciona como una auténtica pieza central de vitrina, un lienzo tridimensional que desafía y recompensa tanto a principiantes como a veteranos del hobby.
Pintura: de lo básico a lo legendario
Pintar un Megagargant es una experiencia única. Sus amplias superficies permiten aplicar técnicas avanzadas como aerografía o degradados suaves, mientras que sus cientos de detalles —desde huesos atados a su cintura hasta tatuajes tribales, piel rasgada y ojos llenos de rabia— ofrecen posibilidades infinitas. No necesitas ser un maestro para obtener un resultado increíble: con unos pocos colores base, buenos lavados y un poco de pincel seco, puedes lograr un gigante digno de exhibirse en cualquier vitrina.
Técnicas más utilizadas
- Aerografía: perfecta para sombras musculares, transiciones de piel y reflejos ambientales.
- Contrastes: para elementos como vendas, telas, detalles en cuerdas y pieles.
- Weathering: efectos de suciedad, sangre, óxido y desgaste en armas, pies y ropajes.
- Pincel seco: ideal para rocas, colgantes, cadenas y superficies rugosas.
- Freehand: para tatuajes tribales, runas o símbolos que cuenten una historia personal del gigante.
Peanas escénicas
Una parte fundamental del hobby con Sons of Behemat es la peana. Estas bases enormes permiten crear pequeñas escenas teatrales que contextualizan al gigante: ruinas aplastadas, enemigos despedazados, tronos improvisados, ríos de lava, templos derrumbados o incluso ciudades enteras en miniatura. Las peanas escénicas no solo mejoran la estética, sino que cuentan historias sin palabras.
Conversión y personalización
Gracias a su tamaño y modularidad, los Megagargants son uno de los kits más agradecidos para conversionar. Desde cambios simples —como intercambiar cabezas, brazos o armas— hasta reconstrucciones completas, todo es posible. Muchos aficionados utilizan elementos de otras facciones (Ogors, Stormcast, Skaven) para decorar cinturones, trofeos o heridas. También es común añadir:
- Armas improvisadas: columnas, árboles, estandartes enemigos o cañones rotos.
- Adornos rituales: huesos, velas, cráneos pintados o símbolos mágicos.
- Detalles narrativos: cadenas, esclavos, bestias enjauladas, ídolos caídos.
- Escudos enormes reutilizados como armaduras o capas.
Uso en vitrinas y concursos
Muchos jugadores adquieren un Megagargant no para jugarlo, sino para convertirlo en su proyecto estrella de vitrina. El nivel de detalle que se puede alcanzar con tiempo y dedicación es asombroso. En concursos como Armies on Parade o Golden Demon, los Sons of Behemat suelen tener presencia destacada por su impacto visual. Al tratarse de modelos autosuficientes, no necesitas un ejército entero para destacar: uno solo puede llevarse el premio si está bien ejecutado.
Campañas narrativas y Path to Glory
En campañas como Path to Glory, los Sons of Behemat ofrecen un enfoque completamente diferente. En lugar de reclutar tropas, reclutas colosos. Comienzas con un único Megagargant —que puede tener un trasfondo propio, cicatrices, nombre y misión— y a medida que ganas fama, destruyes ciudades o completas rituales, otros gigantes se sienten atraídos por tu stomp.
Eventos narrativos comunes
- El Último Paso: una campaña centrada en seguir el legado de Behemat a través de ruinas antiguas.
- La Marcha de Brodd: basada en King Brodd y su cruzada personal de destrucción ritual.
- Las 13 huellas: una serie de partidas donde el stomp debe dejar una cicatriz física en cada Reino Mortal.
Elementos de rol integrados
Muchos grupos de juego integran elementos de rol al usar esta facción: cada gigante tiene una voz, una motivación, incluso supersticiones. Se escriben canciones de guerra, se inscriben heridas narrativas en el modelo, o se desarrollan mapas con las ciudades destruidas. Esta personalización convierte a los Sons of Behemat en una de las facciones más vivas del hobby, especialmente en campañas entre amigos o eventos temáticos.
Historias y relatos del stomp
Algunos jugadores documentan las historias de sus gigantes como si fueran crónicas orales. Se narran leyendas como:
- Skrogg el Ciego: que aplastó un templo sin ver, guiado por el rugido de su padre.
- Magrot la Serpiente: cuya barba era una cadena encantada robada a un dios élfico.
- Rokk de las Cuatro Lunas: que solo camina cuando todas las lunas están en el cielo y que ha pisado más de 100 ciudades.
Estas historias no solo enriquecen la partida, sino que hacen que cada victoria o derrota tenga peso emocional. Si un gigante muere, no es una baja más: es el fin de una leyenda que puede ser vengada por otro en partidas futuras.
Eventos comunitarios y megabattles
Los Sons of Behemat son perfectos para eventos de gran escala. En megabattles de clubes o tiendas, suelen representar una amenaza común a la que otros jugadores deben enfrentarse juntos. También se organizan partidas como “La Caída de Brodd”, donde decenas de jugadores deben evitar que un stomp de cinco Megagargants atraviese el tablero. Este tipo de evento convierte a los gigantes en personajes casi mitológicos dentro del lore local de cada comunidad.
Conclusión: la experiencia total de Warhammer
Desde el primer brochazo hasta el último dado lanzado, comprar Sons of Behemat es sumergirse en una experiencia de hobby única. Pocas facciones ofrecen tanto impacto visual, narrativo y táctico con tan poco volumen de miniaturas. Los Megagargants son historia viva, arte en movimiento y destrucción ritualizada. Ya sea que los uses en competitivo, en campañas narrativas o como proyecto artístico, siempre serán una elección que pisa fuerte.